Más de 3,500 habitantes de Naucalpan, incluyendo estudiantes, deportistas, danzantes, motociclistas, personas adultas mayores y servidores públicos, se unieron en un vibrante desfile para conmemorar el 113° aniversario de la Revolución Mexicana. El evento, presidido por la alcaldesa Angélica Moya Marín, recorrió la avenida Gustavo Baz y culminó exitosamente ante la mirada entusiasta de numerosas familias.
El desfile arrancó con espectaculares acrobacias de motociclistas de la Dirección General de Seguridad Ciudadana y Movilidad Segura, seguidas por la imponente banda de guerra y escolta del Grupo de Operaciones Especiales, acompañadas por la encantadora banda de guerra del jardín de niños León Felipe. Los pequeños, con su entusiasmo y energía, recibieron una calurosa ovación del público.
La exhibición continuó con marchas de mujeres de Movilidad Segura, cadetes de la Academia de Policía y demostraciones del Grupo de Operaciones Especiales y el Grupo K9, donde los caninos mostraron ejercicios de obediencia básica.
Un grupo diverso de adultos mayores y personas con discapacidad, representando a la Asociación Vida Independiente, desfilaron con alegría y dignidad, simbolizando la inclusión y el respeto en la comunidad.
El Instituto Municipal de Cultura Física y Deporte de Naucalpan (IMCUFIDEN) presentó 22 contingentes que demostraron su destreza en varias disciplinas deportivas, desde boxeo hasta natación y taekwondo. Deportistas destacados del municipio, como el karateca Christopher López y las nadadoras Jessica y Pamela Sobrino, se sumaron al desfile, inspirando con su presencia y logros.
La participación de los estudiantes y profesores de diversas escuelas agregó un toque de entusiasmo y creatividad, con tablas gimnásticas y bandas de guerra. Además, grupos como danzantes aztecas, motociclistas choppers, y la Asociación de Charros Manuel Ávila Camacho, aportaron un colorido especial al evento.
El desfile, que duró aproximadamente dos horas, fue una muestra de la rica cultura y el espíritu comunitario de Naucalpan. Con bailables, simulacros y acrobacias, el desfile no solo conmemoró un momento histórico importante, sino que también celebró el tejido social y la unidad de la comunidad de Naucalpan.